GIC, el fondo soberano de Singapur, que es el sexto fondo soberano más grande del mundo, ha presentado una demanda contra el fabricante chino de vehículos eléctricos Nio y sus ejecutivos en un tribunal estadounidense.
La demanda alega fraude de valores, lo que marca el primer caso en el que un fondo soberano demanda a una empresa china que cotiza en el extranjero, según informó el medio de comunicación chino Caixin.
La demanda, presentada por la Corporación de Inversiones del Gobierno de Singapur (GIC), nombra a Nio, su director ejecutivo William Li y al ex director financiero Feng Wei como acusados.
Según XiakeAuto, la acusación central de GIC es que Nio, a través de su empresa de activos de baterías “Nio Battery Asset Co. Ltd.” (en adelante denominada “Weineng”), establecida con socios como CATL, supuestamente infló sus ingresos y ganancias. El fondo afirma que Nio ocultó su control real sobre Weineng, engañando así a los inversores y provocando que GIC sufriera pérdidas de inversión.
El núcleo de la demanda de GIC gira en torno a la supuesta manipulación de los estados financieros por parte de Nio a través de Weineng. GIC afirma que Nio utilizó a Weineng para inflar los ingresos y las ganancias al reconocer prematuramente los ingresos por ventas de baterías y oscurecer su control real sobre la entidad.
La controversia se centra en el modelo exclusivo de Nio de “cambio de batería + alquiler de batería”, conocido como BaaS (Batería como servicio). En este modelo, los usuarios pueden comprar un vehículo sin batería y alquilar la batería a Weineng. El punto crucial es que Nio reconoció todos los ingresos por ventas de baterías por adelantado al vender baterías a Weineng.
La disputa gira en torno a si, según las normas contables estadounidenses, estos ingresos deben reconocerse de forma incremental a medida que los usuarios pagan tarifas de alquiler mensuales, o si pueden reconocerse inmediatamente porque las baterías fueron «vendidas» a Weineng.
La demanda de GIC alega que Nio fundó Weineng en agosto de 2020 específicamente para «optimizar» sus informes financieros. Esta maniobra permitió a Nio reconocer de inmediato ingresos sustanciales y al mismo tiempo eliminar los costos de depreciación de la batería de su balance. El efecto fue inmediato: los ingresos de Nio en el cuarto trimestre de 2020 se duplicaron año tras año, de 2.850 millones de yuanes (399 millones de dólares) a 6.640 millones de yuanes (930 millones de dólares).
GIC sostiene que si los ingresos se hubieran reconocido de forma incremental, como creen que es compatible, el desempeño de Nio en ese momento habría sido significativamente menor y el precio de sus acciones no habría subido a un máximo histórico de 62 dólares a principios de 2021.
Nio, a su vez, afirma que el control sobre las baterías se transfirió tras la venta a Weineng y que sus “obligaciones de desempeño” se cumplieron, lo que justifica el reconocimiento inicial de ingresos. Estos ingresos se registraron como ingresos por ventas de vehículos y se revelaron como transacciones con partes relacionadas en los informes financieros.
Otro punto importante de controversia en el caso es el alcance del control de Nio sobre Weineng, que implica la compleja determinación de una «Entidad de Interés Variable» (VIE).
GIC alega que Weineng no es una empresa independiente sino más bien una entidad “fantasma” sustancialmente controlada por Nio. Si esta afirmación se sostiene, Nio tendría que consolidar los datos financieros de Weineng en sus propios informes, lo que invalidaría el reconocimiento inicial de ingresos anterior.
GIC proporciona varias pruebas:
- Intrincada estructura de capital: Después de una ampliación de capital en agosto de 2021, Nio poseía el 19,84% de las acciones de Weineng, justo por debajo del umbral del 20% que podría desencadenar una presunción de control. GIC sugiere que esto demuestra la familiaridad de Nio con las regulaciones y su intención de eludirlas.
- Interés económico real significativo: GIC afirma que a través de cuentas por cobrar y garantías, el interés económico real de Nio en Weineng ascendía al 55%.
- Falta de autonomía empresarial: Todas las operaciones comerciales de Weineng dependen de Nio. Nio determina los tipos, las cantidades e incluso los precios de alquiler de las baterías. Nio o sus subsidiarias también se encargan de las operaciones de la batería, el mantenimiento y la facturación de los usuarios.
Actualmente, el tribunal suspendió temporalmente la demanda de GIC contra Nio a principios de octubre de 2025, a la espera del resultado de una demanda colectiva anterior presentada por inversores estadounidenses.
Acerca de GIC
Establecida en 1981, GIC es una de las tres principales entidades de inversión soberana de Singapur, junto con Temasek Holdings y la Autoridad Monetaria de Singapur, encargada de gestionar las reservas de divisas y los superávits fiscales del país. La misión declarada de GIC es lograr «rendimientos a largo plazo por encima de la inflación global con un riesgo aceptable». Su último informe anual indica que las acciones comprenden el 51% de su cartera de inversiones, lo que subraya por qué el rendimiento de las acciones chinas impacta directamente en los rendimientos de GIC.



