Aridge, filial de Xpeng Motors, ha lanzado el primer automóvil volador modular «Land Carrier» desde sus instalaciones de Guangzhou en el distrito de Huangpu, lo que marca el lanzamiento de lo que la compañía llama la primera línea de producción en masa de automóviles voladores del mundo. El avión inicial se utilizará para vuelos de prueba experimentales para verificar el rendimiento y los procesos de fabricación, formando la base para las entregas a gran escala previstas para el próximo año.
La fábrica tiene una superficie aproximada de 120.000 metros cuadrados y está diseñada para producir el coche volador modular de Xpeng, que se separa en un vehículo terrestre y un vehículo aéreo. El módulo terrestre, también conocido como “vehículo madre”, presenta una configuración de tres ejes y seis ruedas con tracción total y dirección en las ruedas traseras, lo que proporciona capacidad de carga y capacidad todoterreno.
Con unas medidas aproximadas de 5,5 metros de largo, 2 metros de ancho y 2 metros de alto, cabe en plazas de aparcamiento estándar y se puede conducir con un permiso de conducir convencional. El módulo aéreo es un diseño eléctrico de seis rotores y doble conducto que presenta un fuselaje y palas de rotor de fibra de carbono, que equilibran resistencia y peso. Una cabina panorámica de 270 grados ofrece una vista amplia para el vuelo.
La instalación incluye cinco talleres principales: compuestos, propulsión, ensamblaje, pintura e integración final. El taller de compuestos produce componentes de fibra de carbono, incluidos brazos, palas de rotor y paneles de piso, con un objetivo anual de 300 toneladas, lo que la convierte en una de las instalaciones de componentes de fibra de carbono para aviación más extensas del mundo. El taller de propulsión ensambla y prueba unidades de elevación y control de vuelo utilizando la primera línea integrada de ensamblaje y prueba del mundo para rotores y accionamientos eléctricos, con trazabilidad automatizada para todos los componentes.
Los componentes del fuselaje se unen en el taller de ensamblaje mediante técnicas de conexión en frío, que incluyen remachado y unión adhesiva. El taller de pintura emplea un proceso de pulverización multicapa “8C6B” en una línea flexible de alta automatización. Por el contrario, el taller de ensamblaje final integra nueve sistemas principales y realiza pruebas para cumplir con los estándares de diseño y aeronavegabilidad. Un sistema de calibración basado en la nube prueba automáticamente la conducción autónoma, el control de vuelo y las mediciones del centro de gravedad.
El “Land Carrier” admite modos de vuelo manuales y autónomos. El control manual utiliza un sistema de palanca única para operación con una sola mano. Al mismo tiempo, el modo autónomo ofrece planificación inteligente de rutas, vuelo automatizado a lo largo de rutas preestablecidas, despegue y regreso con un solo botón, visión compuesta 3D y asistencia para el aterrizaje.
La fábrica se adhiere a un principio «refinado, inteligente y ecológico», utilizando energía fotovoltaica, equipos energéticamente eficientes y un sistema de gestión de energía digital para minimizar las emisiones de carbono. A plena capacidad, la planta está diseñada para producir 10.000 unidades al año, con una capacidad inicial de 5.000, desplegando un avión cada 30 minutos.









