
En el corazón de la densa jungla amazónica, los investigadores se dan cuenta de que lo que durante mucho tiempo se creía que era un desierto intacto es todo lo contrario. Los recientes descubrimientos arqueológicos indican que las poblaciones nativas de la selva tropical pasaron siglos modificando y transformando el paisaje natural. La llamada teoría de la ciudad de la ciudad desafía las opiniones tradicionales de la dinámica de la naturaleza humana en el Amazonas, lo que sugiere que las sociedades complejas desarrollaron una planificación avanzada del paisaje, construyeron extensas redes de asentamientos y crearon tierras fértiles que les permitieron prosperar en un entorno tropical naturalmente duro, logrado con prácticas sostenibles.
The Amazon: ¿Paisaje natural intacto?
Durante años, la investigación tradicional sobre la historia amazónica, los habitantes y la biodiversidad giraban en torno a ideas de una selva tropical remota, intacta y aislada. El concepto de Amazonas como «desierto virgen» fue ampliamente aceptado por los académicos del siglo XX y sigue siendo frecuente entre el público no académico general.
Estos puntos de vista formaban parte del llamado determinismo ambiental, una teoría antropológica que postula que la cultura humana y el desarrollo social están formados y limitados por las condiciones ambientales. En lugares como el Amazonas, la agencia humana y el desarrollo cultural se ven simplemente como una respuesta adaptativa al duro entorno tropical.
El determinismo ambiental fue en el centro de estudios arqueológicos y etnográficos en el Amazonas hasta finales del siglo XX. Los primeros académicos argumentaron que las fuertes lluvias del bosque, los suelos pobres en nutrientes y la vegetación densa crearon limitaciones que condujeron a comunidades relativamente pequeñas y dispersas.
Desde el desierto remoto hasta el brote de la ciudad
La realidad es todo lo contrario. Los nuevos descubrimientos arqueológicos en el Amazonas revelan que las sociedades antiguas administraron activamente el medio ambiente a su alrededor, creando sistemas de asentamiento complejos y prácticas agrícolas sostenibles que desafían la noción de un desierto estático e intacto.
Este concepto está encapsulado en la teoría de la ciudad amazónica y enraizado en algunos de los descubrimientos de los años setenta y ochenta, cuando las innovaciones tecnológicas permitieron nuevas ideas científicas de etnobotanistas, etnógrafos y geógrafos culturales.
Con nuevos métodos disponibles, el trabajo arqueológico pudo rastrear evidencia de estructuras impresionantes dentro de la cuenca amazónica, como geoglíficos, montículos y extensas redes de tierra de tierra, y profundizar los estudios sobre restos arqueobotánicos. Esto permitió a los arqueólogos percibir que la ocupación humana en el Amazonas está lejos de ser estática, sino que consiste en períodos intermitentes de desarrollo cultural y adaptaciones.
Vista desde arriba: imágenes aéreas
Los descubrimientos recientes a través de imágenes aéreas y tecnología LiDAR (detección de luz y rango) han mejorado significativamente la comprensión de la dinámica de asentamientos en las antiguas comunidades amazónicas. Esta tecnología de detección remota utiliza pulsos láser para crear mapas tridimensionales de alta resolución de la superficie del suelo, lo que permite a los arqueólogos ver a través de la densa capa de vegetación y descubrir características ocultas.
En el Amazonas, LiDAR ha sido fundamental para revelar una vasta red de movimientos de tierra y antiguos asentamientos enterrados en lo profundo de las canales de la selva tropical. Entre estos descubrimientos fascinantes se encuentran los geoglifos: formas geométricas a escala de grandes talladas en el paisaje que incluyen círculos, cuadrados y patrones interconectados complejos. También pueden mostrar posibles significados simbólicos que insinúan su uso para fines ceremoniales o políticos. Estas estructuras pueden ser tan amplias como 300 metros (980 pies), y las estructuras más antiguas datan de hasta 1200 años.
Lidar pudo detectar evidencia de asentamientos grandes e interconectados, que los arqueólogos llamaron aldeas de Mound. En el estado brasileño de Acre, en el suroeste de Amazon, se descubrió recientemente una red de pueblos de montículos de miles de años sobre una capa más antigua de geoglifos con fecha de entre 400 a. C. y 950 CE. Tienen una forma única, hechas de montículos circulares con caminos que irradian hacia afuera que les dan una forma característica del sol que puede estar conectada a la mitología centrada en el sol de estos pueblos. Este descubrimiento desafía las nociones anteriores del Amazonas como escasamente pobladas; En cambio, destaca la capacidad de la selva tropical para apoyar una red de sociedades interconectadas y complejas.
Suelo hecho por el hombre: agricultura que usa tierra oscura amazónica
Los suelos tropicales son naturalmente pobres en nutrientes debido a la intensa lixiviación y los procesos erosivos creados por altas temperaturas, humedad relativa y fuertes lluvias. Pero, la presencia de suelos altamente fértiles en el Amazonas llamó la atención de los geólogos y geoarqueólogos; Sugiere el uso de prácticas agrícolas que alteraron deliberadamente las características del suelo. Hoy, este suelo se llama tierra negrao tierra oscura amazónica, un nombre dado debido a su típico color oscuro. Estos suelos antropogénicos resultaron de técnicas de manejo del suelo a largo plazo y son producidos por prácticas deliberadas, como el compostaje de desechos orgánicos y la mezcla de residuos de carbón, huesos, cerámica rota y estiércol. Terra Preta’s El alto contenido orgánico y de microorganismo contribuye a su rico perfil de nutrientes que permitió a las comunidades indígenas mantener la agricultura durante largos períodos y prosperar en una tierra que no se adapta naturalmente a la agricultura.
Algunas de las muestras más antiguas de tierra negra Se estiman hasta la fecha entre 2,500 y 7,000 años, generalmente ubicados cerca de los principales ríos y sus afluentes. Se cree que las sociedades antiguas probablemente usan tierra negra apoyar a las poblaciones densas a través de prácticas agrícolas sostenibles, por lo que es un testimonio de la existencia de interacciones y alteraciones a largo plazo de la naturaleza humana. Algunas de estas técnicas todavía son practicadas por las comunidades tradicionales, como el Xangu, ubicado en el sudeste de Amazon.
Antiguos amazónicos: dar forma a la biodiversidad
La investigación arqueobotánica también ha desempeñado un papel en descubrir evidencia convincente de las antiguas prácticas agrícolas por parte de los amazónicos precoloniales. Los estudios de restos de plantas antiguas, como semillas y polen, revelan que estas sociedades cultivaron una amplia gama de cultivos, incluidos alimentos básicos como manioc, maíz y batatas, habilitados por el uso de tierra negra.
El descubrimiento del cultivo y la domesticación de plantas que no son nativas de la Amazonas afecta directamente la comprensión de la impresionante biodiversidad de la selva tropical. Las técnicas de gestión de plantas fueron responsables de la introducción de nuevas especies de plantas que contribuyeron a la rica diversidad genética que se ve en la flora amazónica moderna.
Además, la creación de sistemas agroforestales complejos que integraron cultivos con especies de árboles nativas ayudó a mantener y mejorar la biodiversidad, creando diversos hábitats y nichos ecológicos. Al transformar el paisaje a través de su manejo del suelo y prácticas de cultivo, los pueblos indígenas antiguos influyeron en la distribución y abundancia de varias especies de plantas y contribuyeron a la biodiversidad amazónica actual, a menudo considerada la más grande del mundo.
Naturaleza: la máxima autoridad
Aunque estos nuevos hallazgos apuntan a un alto grado de prácticas de gestión de la tierra que transformaron directamente el paisaje natural, tales prácticas se llevaron a cabo en armonía con el medio ambiente. La concepción religiosa de la naturaleza como un ser sagrado y sensible evitó que los indígenas la dañen, respetando su individualidad y autonomía. Los académicos se refieren al modelo amazónico de interacción entre la naturaleza humana como «cultura forestal».
Para los pueblos indígenas actuales, la autonomía de la naturaleza no fue cambiada por estos siglos de transformación. De hecho, fue la naturaleza quien enseñó a los humanos cómo desarrollar técnicas ecológicas de gestión de la tierra, aprendida a través de la observación activa del medio ambiente. Esto permitió a los humanos prosperar en el bosque mientras mantenían prácticas ecológicas y sostenibles, en contraste con muchas otras regiones donde el desarrollo humano tuvo efectos perjudiciales e irreversibles en la naturaleza.
Trabajo etnográfico en el corazón de la jungla
Estas nuevas y emocionantes ideas se iniciaron a través de la investigación etnográfica y etnohistórica. Estas disciplinas implican la observación de las comunidades tradicionales actuales en un esfuerzo por identificar comportamientos y tecnologías culturales que podrían remontarse a las comunidades indígenas del pasado.
Las comunidades nativas observaron y asistieron a los investigadores en este trabajo etnográfico, contribuyendo con sus propias perspectivas a la identificación de trazas potenciales de las interacciones humanas-ambiente y compartiendo sus ideas, arraigadas en una comprensión profunda de estas relaciones. Al realizar este trabajo, los investigadores pudieron observar los patrones y técnicas de las personas nativas para la gestión del paisaje, concluyendo que las alteraciones intencionales del medio ambiente estaban muy extendidas entre las comunidades locales.
Esto es relevante no solo para lograr resultados más significativos, sino también para centrar las poblaciones indígenas en la investigación académica. Sus contribuciones mejoran el trabajo científico al tiempo que les permiten tener una voz activa y convertirse en protagonistas en la producción de conocimiento.
Difundir la palabra: publicitar conocimiento
La arqueología aún enfrenta muchos obstáculos para publicitar los descubrimientos y las ideas obtenidas a través de la investigación científica. Llegar a un público más amplio es esencial por varias razones, desde la combinación de noticias falsas hasta desglosar estereotipos.
Las ideas heredadas de los mitos de la era colonial todavía están generalizadas entre la audiencia no académica. Muchas personas todavía retratan a las comunidades indígenas como primitivas o estáticas, a la creencia heredada del determinismo ambiental de que estas sociedades estaban aisladas, inmutables y menos sofisticadas que las civilizaciones europeas.
Estos conceptos erróneos afectan a las comunidades indígenas hasta el día de hoy, mientras luchan por hacer que su voz se escuche y continúe luchando por sus derechos. Al destacar la complejidad y los avances de las sociedades nativas precoloniales, los académicos pueden desafiar estos puntos de vista anticuados. Los descubrimientos como los realizados en el contexto de la teoría del Foresto de la Ciudad de Amazonas revelan que los pueblos indígenas no solo eran altamente adaptativos sino también innovadores. Publicar estos descubrimientos es crucial para corregir la narrativa histórica en curso y demostrar que las culturas indígenas eran, y todavía son, dinámicas, complejas y culturalmente refinadas.
Una nueva comprensión del Amazonas: implicaciones para el futuro
Estos nuevos hallazgos han ampliado drásticamente la comprensión moderna de la historia amazónica precolonial. Pero todavía hay mucho que aprender.
A medida que evoluciona la tecnología de teledetección, se espera que se descubran más características en tierras aún inexploradas, descubriendo más rastros de asentamientos, geoglifos y carreteras. Otras excavaciones y encuestas de campo también son pasos importantes para verificar la precisión de los datos capturados por métodos remotos, esenciales para realizar más pruebas y confirmar estas hipótesis.
Además, el aumento de la deforestación creada por la exploración del bosque para la agricultura moderna ha puesto en riesgo algunos de estos descubrimientos. El desarrollo de medidas de protección y legislación es crucial y permitirá la protección de las características naturales y antrópicas de este impresionante paisaje.
Aprendiendo de los antiguos amazónicos
No hace falta decir que estos estudios ofrecen lecciones valiosas para el hombre moderno. Los descubrimientos en la antigua Amazon proporcionan ideas interesantes en diferentes campos, desde la agricultura sostenible y la gestión ambiental hasta la organización social y la resiliencia cultural.
La creación y uso de lo altamente fértil tierra negra Demuestre técnicas sofisticadas para la mejora del suelo ecológica. La domesticación de las plantas y las prácticas de gestión del ecosistema crearon la biodiversidad amazónica fascinante y de renombre mundial de hoy, ilustrando el profundo impacto de la actividad humana en este fascinante ecosistema.
Reconocer estas prácticas puede fomentar soluciones más efectivas a los problemas contemporáneos. Los amazónicos nativos demuestran que la innovación y la sostenibilidad pueden caminar de la mano, mostrando cómo una naturaleza autónoma puede coexistir con la civilización humana y el desarrollo cultural.
El Amazon es un modelo de innovación cultural que debería servir como marco para toda la humanidad. Revela que fomentar el desarrollo mientras minimiza el impacto humano no solo es posible, sino que ya se ha hecho. La densa selva amazónica es un testimonio complejo e impresionante de la capacidad del hombre para casar la transformación a largo plazo con la conservación continua.



