Tras un acuerdo entre los gobiernos portugués y español y la Comisión Europea, se ha dado luz verde a un enlace ferroviario entre Lisboa y Madrid que estará listo para 2030.
Esto permitirá un viaje directo entre las dos capitales de alrededor de cinco horas, que se espera que se reduzca a tres horas para 2034.
«Portugal y España han dado un paso decisivo para acercar aún más las capitales ibéricas, con la definición de un conjunto de acciones concretas que permitirán establecer conexiones ferroviarias entre Lisboa y Madrid», afirmó el jueves el Ministerio de Infraestructuras y Vivienda de Portugal en un comunicado.
Según el plan, se espera que las obras de la nueva línea de alta velocidad entre Évora y Caia finalicen en 2025 y entren en funcionamiento en 2026.
El tramo Plasencia-Talayuela entrará en funcionamiento en 2028. La construcción de la segunda vía entre Poceirão y Bombel comenzará el próximo año, con fecha de finalización prevista para 2029.
La finalización de los estudios de la nueva línea Lisboa-Évora, incluido el tercer cruce y un nuevo puente sobre el río Tajo, debería estar finalizada en 2027.
Para 2034, se han fijado objetivos para un viaje directo Lisboa-Madrid en unas tres horas a lo largo de la nueva línea de alta velocidad Lisboa-Évora, incluido el nuevo cruce del Tajo y la duplicación de la línea Évora-Caia, «si surge la necesidad», afirmó el Gobierno.
Para esa fecha también está prevista la implantación del Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (ERTMS) en varios tramos entre Lisboa y Madrid, así como los estudios y posible construcción del nuevo tramo de alta velocidad entre Caia y Badajoz y la estación internacional de ferrocarril Elvas-Badajoz, en la frontera entre ambos países.
«El nuevo enlace ferroviario entre Lisboa y Madrid representa una alternativa más competitiva desde el punto de vista del coste y la comodidad para los pasajeros de los más de 40 vuelos diarios entre las dos capitales, al tiempo que promueve un cambio modal hacia un transporte con menor huella de carbono», afirmó el Ministerio de Infraestructuras.
«Al reducir significativamente los tiempos de viaje a unas tres horas de aquí a 2034, este proyecto no sólo refuerza la cohesión territorial y económica, sino que también contribuye directamente a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a una movilidad más sostenible en Portugal y la Península Ibérica», añadió.
El ministerio destacó que este proyecto se enmarca en la estrategia europea para la movilidad sostenible y la interconexión ferroviaria transfronteriza, que implica inversiones estructurales en infraestructuras, modernización tecnológica e interoperabilidad ferroviaria.
Según el mismo comunicado, Portugal y España también se han comprometido a «evaluar los costes y beneficios socioeconómicos y el impacto en la interoperabilidad de la migración del ancho ibérico al ancho estándar europeo de aquí a 2027».
Miguel Pinto Luz, responsable del ministerio, afirmó que se trata de «un paso histórico en la conexión entre Portugal y España, con un proyecto que sitúa Lisboa y Madrid a sólo tres horas de diferencia en 2034».
La Comisión Europea destacó en un comunicado que «este proyecto emblemático de infraestructura transfronteriza mejorará significativamente la conectividad dentro de la Unión Europea» y que la decisión promueve la plena integración de Portugal y España en la red ferroviaria europea de alta velocidad.
El Comisario Europeo de Transporte y Turismo Sostenibles, Apostolos Tzitzikostas, afirmó: «Recorrer poco más de 600 kilómetros entre Lisboa y Madrid en sólo tres horas es un excelente ejemplo de las conexiones ferroviarias de alta velocidad que queremos lograr en toda Europa».



