Por Rushana Aliákbarova
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En Europa y Asia, la industria hotelera se está volviendo cada vez más regional, impulsada por la digitalización, la capacitación compartida y los viajeros cuyas expectativas cruzan fronteras.
Esa misma tendencia fue visible en la HORECA EXPO UZBEKISTAN 2025 de este año, donde profesionales de Kazajstán y Uzbekistán se reunieron en Tashkent para intercambiar ideas sobre cómo la cooperación y la tecnología están cambiando el sector de servicios de la región.
Kazajstán: Digitalización y cultura de servicio
La Asociación de Restaurantes de Kazajstán, fundada en 2016, reúne hoy a unos 16.000 restaurantes de todo el país. Sus representantes dicen que el objetivo siempre ha sido simple: reunir a personas que trabajan en el mismo negocio -desde chefs hasta gerentes- y crear un espacio donde se puedan compartir experiencias.
«Comenzamos organizando concursos culinarios internacionales en Almaty», dijo Irina Lebedeva, directora financiera de la Asociación de Restauradores. «Entonces nos dimos cuenta de que los restauranteros necesitaban una plataforma propia. Cada uno tiene diferentes puntos fuertes. Alguien conoce la cocina, otro entiende la gestión del personal. Cuando nos reunimos en una plataforma, todos se vuelven más fuertes».
La asociación colabora desde hace varios años con restauradores y chefs uzbekos, participando en eventos conjuntos y programas de formación.
Los participantes kazajos en el foro dicen que están especialmente interesados en ampliar la colaboración en la digitalización, un área en la que muchos restaurantes en Kazajstán ya han comenzado a automatizar procesos. Describen cómo se utilizan ahora la inteligencia artificial y la automatización para gestionar las reservas, la contabilidad y los comentarios de los clientes.
“Hoy en día, un restaurante no se trata sólo de comida”, dijo Lebedeva. «La gente viene por las emociones: cómo viste el personal, cómo se sirven los platos, la luz, la música. Servir buena comida por sí solo ya no es suficiente. Los clientes compran impresiones y la tecnología nos ayuda a mantener esa calidad».
Añadió que la automatización también ayuda a los gerentes a realizar un seguimiento remoto de las finanzas y el desempeño. “Te da tiempo para concentrarte en la atmósfera en lugar del papeleo”, dijo.
Uzbekistán: Apoyar la hospitalidad desde la política hasta la práctica
Según Shukhrat Isakulov, jefe del Departamento de Desarrollo Turístico del Ministerio de Ecología de Uzbekistán, una de las principales prioridades del país hoy en día es ayudar a los empresarios hoteleros locales a expandirse en el extranjero.
“Supongamos que un empresario uzbeko quiere abrir un restaurante en otro país”, explicó Isakulov. «El gobierno lo apoyará, desde cubrir parte de los costos del equipo hasta ayudarlo con los permisos, la logística e incluso el transporte de ingredientes que son difíciles de encontrar en el extranjero».
El programa, válido hasta 2027, ofrece subvenciones específicas a los restauradores que promocionan la cocina uzbeka a nivel internacional. También proporciona apoyo financiero para la producción de contenidos mediáticos sobre la gastronomía nacional. Los funcionarios dicen que el objetivo es hacer visible la hospitalidad uzbeka en el escenario global y al mismo tiempo crear nuevas oportunidades comerciales para las empresas locales.
A nivel nacional, la Comisión de Turismo sigue invirtiendo en formación profesional y servicios digitales para hoteles, restaurantes y operadores de transporte. Al mejorar tanto las habilidades como los sistemas detrás del turismo, el gobierno espera elevar los estándares de servicio en todo el sector.
Visión compartida para una industria regional
Ambas partes destacan que la cultura compartida y la geografía cercana facilitan la cooperación. Con idiomas y tradiciones similares, los restauranteros de Kazajstán y Uzbekistán dicen que entienden el enfoque de cada uno hacia la hospitalidad de manera intuitiva: cálido, directo y personal.
«No tenemos cuotas de membresía ni clubes cerrados», dijo Lebedeva. «Si alguien quiere aprender y desarrollarse, las puertas están abiertas. La colaboración es lo que fortalece a toda la industria».
Los delegados coincidieron en que la siguiente etapa para la hospitalidad de Asia Central radica en la profesionalización: construir estándares comunes para el servicio y la gestión manteniendo al mismo tiempo el sabor individual de cada país.
Los participantes coincidieron en que la construcción de una industria hotelera más fuerte en Asia Central dependerá del intercambio de tecnología, capacitación y experiencia, más que de la competencia.
Tanto para Kazajstán como para Uzbekistán, esa cooperación ya se está convirtiendo en parte de la práctica comercial diaria.
